Territorio Rusia

Nuestros viajes a través de #ElMurodeNidodeLibros nos llevaron por ocho 𝗧𝗘𝗥𝗥𝗜𝗧𝗢𝗥𝗜𝗢𝗦 en 2022. Nos sigue impulsando el deseo de conocer más de un lugar a través de su literatura y este año continuaremos el itinerario con nuevos territorios literarios. Mes a mes arribaremos a un nuevo destino, proponiéndoles aquí una selección curada de autores y libros del Territorio (exhibida tanto físicamente en uno de los muros de la librería como virtualmente en nuestra tienda online), sumado a entradas en nuestro blog, y eventos y actividades relacionadas.

Ahora hemos llegado a #TerritorioRusia…Descubre aquí nuestro viaje.


𝗥𝗨𝗧𝗔 𝗹𝗶𝘁𝗲𝗿𝗮𝗿𝗶𝗮 𝟮𝟬𝟮𝟯, cuarto destino:

RUSIA

¿Por qué leer a Rusia? Porque encierra una historia fascinante, no exenta de gran parte de los mayores conflictos y revoluciones de la historia reciente, y que ha producido a gran parte de los más interesantes y profundos pensadores y escritores de la historia.

La literatura rusa podría pensarse en varios periodos posteriores al siglo X, ya que previo a la adopción del Cristianismo aún no había un lenguaje escrito. Las obras literarias, cuentos de hadas, canciones y épicas, se compartían y preservaban especialmente de modo oral.

La antigua literatura rusa del siglo XI hasta el XVII está representada por los textos religiosos.

Luego en el siglo XVIII la Ilustración Rusa produjo una literatura dedicada a la ciencias y otras formas del arte, a la filosofía, así como a la prevalencia de la poesía como género para representar los valores de la ilustración.

La Edad de Oro de la literatura rusa abarca el siglo XIX y es el periodo cuando en el que la literatura rusa, su historia y su verte entraron al escenario mundial. Pushkin, Gogol, Turgenev, Dostoievski, Tolstoi, y Chéjov son los eslabones más importantes de este legado literario que se han conformado en sí mismos como clásicos de la literatura universal.

La Edad de Plata corresponde a un periodo más bien corto entre 1890 y 1921, tumultuoso, marcado por las revoluciones y guerras. Sin embargo, aquí floreció la poesía y el arte asumió un papel experimental. Mayakovsky, Gorki y Bunin son algunos de los representantes más prominentes de este periodo.

Le siguió el periodo de la literatura ruso-soviética correspondiente a la literatura de toda la USSR, escrita en más de 80 lenguajes, siendo el ruso el predominante. El realismo socialista se convirtió en el estilo literario oficial, en el que los escritores soviéticos retrataban la realidad en términos positivos, enfocándose en los logros revolucionarios, educativos y humanístico, propagando los ideales del partido, comunista, entre ellos Gorki, Ostrovski y Sholokhov. Sin embargo, otros se rehusaron na conformarse con el realismo soviético tales como Bulgakov, Pasternak, Shalamov, y Solzhenitsin.

El colapso de la USSR marco una nueva era para la literatura rusa desde 1991 a nuestros días con representantes como Tolstaya, Ulitskaia, Prilepin, Akunin, Pelevin y Petrushevskaia.

Podríamos desde ya comenzar a pensar en una nueva era, post Putin en la que muchos escritores describen el nuevo ordena social en una Rusia dividida, bajo la persecución política y la censura. El tiempo determinará cómo se termina de configurar este nuevo escenario literario.

Iremos revelando nuestros hallazgos con mayor profundidad en nuestras cápsulas de viaje.

Puedes consultar nuestra selección literaria que consta de más de 250 títulos, aquí.

 


 

Cápsula de Viaje # 1

El Siglo de Oro

Durante la segunda mitad del siglo XIX se gestan los grandes clásicos de la literatura rusa,(es decir: digna de imitación), con su característica larga extensión, por ejemplo Crimen y castigoGuerra y paz o Ana Karenina. Lev Tolstoi y Fiódor Dostoievski son considerados escritores del canon de todos los tiempo, a la par de Shakespeare, Victor Hugo y Dante.

En este periodo los rusos produjeron una escritura detallista, lenta, de lectura morosa que hoy día puede ser considerada difícil por nuestro estilo de vida presuroso. Pushkin, Gógol, Turguéniev, Dostoievski, Tolstói y Chéjov son los nombres más resonados de la literatura de este tiempo.

Alexander Pushkin, el “padre de las letras rusas”, junto a Nikolái Gógol, irían abriendo el camino vigente y casi exclusivo de la poesía a la prosa, así como el tránsito del romanticismo al gran realismo ruso, el movimiento que mayor trascendencia ha tenido en occidente.

El socialismo utópico, luego el desencanto de Europa y la apuesta populista a un programa de lucha “exclusivamente ruso”, también se evidencian en la literatura de la época, especialmente en la obra de Fiódor Mijáilovich Dostoievski .

León Tolstoi, como su contemporáneo Dostoievski, no solo era una escritor brillante sino también un pensador político y filósofo.también. Prueba de ello es su novela  La Guerra y la Paz.

A finales del siglo XIX emerge Antón Chéjov, en un periodo que los críticos denominan como «realismo sociológico», ya que los temas principales del escritor y dramaturgo son problemas y cambios en la sociedad y el destino de un individuo en ella. Pionero en emplear el método del fluir de la conciencia, posteriormente adoptado por modernistas tales como James Joyce.


 

Cápsula de Viaje # 2

La Edad de Plata

Entre 1890 y 1921, un corto pero tumultuoso periodo marcado por las revoluciones y guerras, se manifiestan dos corrientes culturales diferentes. Por un lado, la preservación de las tradiciones del siglo XIX y por otro la búsqueda de formas no tradicionales.

El Art Nouveau se abre camino junto a la rápida difusión de la cultura de masas urbana con su ejemplo más fehaciente: la cinematografía. La industria y la necesitad de más personas educadas, más intensificación en las ciencias naturales y apertura de nuevos institutos técnicos. El teatro Bolshoi vio su cúspide y en la música surgieron los talentos de grandes compositores como Stravinsky. Paralelo a esto se desarrolla la literatura, con una corriente al pie de las tradiciones clásicas, -Tolstoi, Chejov, Gorky, Korolenko, Kuprin y Bunin, entre otros-, y por otro en la poesía florecieron nuevas tendecias como el simbolismo, el acmeísmo y el futurismo.

El simbolismo, – heredado del movimiento en Francia de finales del siglo XIX,  desarrollado especialmente por Baudelaire, Mallarmé y Verlaine y caracterizado por su incomprensibilidad y hermetismo-, se manifestó en Rusia como una corriente intuitivo- individualista, rechazando la descripción objetiva y por tanto proyectando al mundo como un misterio por descifrar, develando las conexiones ocultas entre los objetos. Así el arte tenía por objeto expresar el alma del poeta. Al mismo tiempo, otro grupo de simbolistas intentaba superar ese individualismo extremo y subjetivo y se denominaron como simbolismo menor. Pero en términos generales el simbolismo se distanciaba del realismo y del interés por los temas sociales de la generación anterior, enfocándose en temas existenciales: la vida, la muerte, el fin del siglo y la destrucción inevitable del mundo. Sus exponentes más célebres fueron Guíppius, Soloviov y Bely, entre otros.

Anna Ajmátova

El acmeísmo, en el que destacan Mandelstam y Ajmátova, fue un movimiento que surgió en oposición al simbolismo, rechazando la abstracción y recuperando una percepción simple y clara de la vida, es decir la claridad y la sobriedad.

Vladímir Mayakovski

El Futurismo apareció por primera vez en Italia, manifestado por Marinetti como una glorificación de la velocidad, del cambio, de las nuevas ciudades, y en la literatura se manifestó como un deseo de abandonar la sintaxis y la puntuación. Al igual que en Italia, en Rusia los futuristas estaban fascinados por la vida urbana, por su velocidad y dinamismo, y buscaron la disrupción manifestando su repudio hacia el arte del pasado, entre ellos Mayakovski, Pasternak, Goncharova.

 

 

La importancia de este brevísimo periodo radica en el hecho de que la cultura rusa fue la primera en darse cuenta de los peligros del desarrollo, de la relación divergente entre civilización y cultura:  la cultura del individualismo y la falta conciencia y espiritualidad.

 

 


 

Cápsula de Viaje # 3

La literatura ruso-soviética

 

Durante el periodo de creación de la USSR, la literatura rusa corresponde no sólo a la de Rusia sino a toda la literatura escrita en ruso por autores de países que formaron parte de la unión sovietica. Entre 1917 y 1991, son 74 años de muchas transformaciones al interior de la USSR así como de su relación con Occidente. Las tensiones internnas, su papel en la Segunda Guerra Mundial, su debilitamiento posterior y final disolución en 1991, fueron procesos que influenciarían la producción literaria en este período.

Como una aproximación tentativa a la literatura de esta época, se pueden identificar tres grandes grupos. En primer lugar aquellos escritores que deviniendo de la Edad de Plata, continuaron con una producción intimista, y por tanto fue catalogada como indivualista y opuesta a los ideales colectivos del régimen. Muchos de sus representantes fueron desestimados e incluso perseguidos. Un segundo grupo corresponde a la literatura rusa de sus emigrantes, aquellos ó desplazados por la Revolución, ó posteriormente por la Segunda Guerra Mundial, ó luego por los disidentes soviéticos que en las décadas de los 70s y 80s salieron de la USSR. El tercer grupo puede asociarse a los que aportaron a la Revolución y que fueron por una parte los creadores de una literatura condicionada al socialismo, y por otro aquellos que se fueron desencantando y al no apoyarlo incondicionalmente, fueron marginados, silenciados, censurados, encarcelados o desterrados.

Estos tres grandes grupos o corrientes, desde sus distintas posturas, enriquecieron la creación literaria incluyendo los hechos históricos. Por una parte para alabarlos, en lo que se denominó realismo socialista, el estilo literario oficial, en el que los escritores soviéticos retrataban la realidad en términos positivos, enfocándose en los logros revolucionarios, educativos y humanístico, propagando los ideales del partido comunista, entre ellos Gorki, Ostrovski y Sholokhov. Con la reglamentación oficial del realismo socialista, aparece e este periodo una gran cantidad de literatura propagandística y en muchos casos con poca calidad literaria. Por otra parte los que criticaron el régimen recuperando la construcción de la individualidad, rehusándose a conformarse con el realismo soviético tales como Bulgakov, Pasternak, Shalamov, y Solzhenitsin. Pero algunos de los escritores que adoptaron esta postura terminaron siendo “escritores para sí”, ya que no se les permitía publicar sus obras. Con la llegada de la Perestroika y Glasnot, estrategias que anunciaban la disolución de la USSR, la postura y denuncia crítica es más abierta y la represión del estado es menor a la de los años regidos por Stalin.

Es así que estas tres corrientes también pueden verse en detalle, mediante una periodización que dé un contexto de los cambios en la literatura con relación al regimen soviético y su final disolución.

  • El periodo revolucionario de 1917 a 1932, puso fin a más de mil años de historia rusa. Con la muerte de Lenin en 1924, inicia una lucha por el poder en la que se impuso Stalin.

 

  • Entre 1932 y 1941, es un periodo de consolidación ya que la estructura económica había cambiado, con una preponderancia de la industria siderúrgica, química y mecánica, pero acompañado también de un impulso a la cultura, la educación y la ciencia en favor del desarrollo industrial y militar. Es decir, un Estado que controlaba la producción literaria para construir al homo sovieticus. En este periodo la corriente dominante fue el nuevo realismo, o realismo socialista, promovido por autores como Gorki, Mijail Shólojov, Alexei Tolstói, Nikolai Ostrovski, entre otros.

    Maxim Gorki

 

  • De 1941 a 1953 está marcado por la Gran Guerra Patria, significando un cambio en la postura del Estado hacia los intelectuales, la ciencia y la religión. Era necesario un nuevo discurso para animar a las tropas y la sociedad alabando a la “madre patria rusa”. Hubo un clima de mayores libertades y menos censuras, para que conjuntamente el pueblo ruso hiciera frente a la invasión alemana y el nazismo. Surgen escritores como Vera Panova y Mijail Isakovsli, y formaron parte de los frentes antifascistas también Boris Pasternak, Mijail Shólojov y Anna Ajmátova.
Boris Pasternak
  • Entre 1953 y 1968, a partir de la muerte de Stalin asume el poder Nikita Khruschov comenzando el periodo de “desestalinización”, transformando las políticas económicas, políticas y sociales. En este clima de renovación, autores censurados o expulsados comenzaron a publicar, como Ajmátova y Tsvetáyeva, entre otros. Este periodo conocido como el deshielo se caracterizó por renunciar gradualmente al realismo socialista y reconsiderar las visiones individuales y los valores humanos en las producción literaria, pero siempre bajo la supervisión del comunismo de Khrushchev. Boris Pasternak publica su novela Dr Zhivago en Italia en 1957 y recibe el Premio Nobel en 1858, pero debe renunciar a él por las presiones del gobierno. Sólo hasta 1988 fue permitida en Rusia. En este periodo surgen autores como Yesenin, Pilnyak y Yevgeni Zamyatin, quien inaugura el género distópico con su novela Nosotros. Autores como Konstantin Simonov, con su novela Los vivos y los muertos; Aleksandr Solzhenitsyn, premio Nobel de Literatura 1970, su relato Un día en la vida de Iván Denisovich, las novelas En el primer círculo (1968), El pabellón de cáncer (1967). Surgen también las primeras obras de Varlam Shalámov, que narran sus experiencias como condenado durante casi veinte años en el Gulag. Se publicaron obras prohibidas como las de Mijail Bulgákov, su más conocida El maestro y Margarita.
Alexander Solzhenitsyn
  • En el periodo entre 1968 y 1985, hubo un regreso a la represión, un mayor control sobre las republicas sovieticas bajo el gobierno de Leonid Brézhnev. Hay un retorno al realismo crítico, tal como en el siglo de Oro, pero centrándose en el estudio de las familias rusas sometidas a las presiones de la Revolución, los sufrimientos durante la Gran Guerra Patria y la colectivización forzada. El control sobre la literatura continuó y muchos emigraron, como Josef Brodsky y Víktor Voinóvich, entre otros.

 

  • Entre 1985 y 1991, las políticas implementadas por Mijail Gorbachov, llevaron a un acercamiento a la economía de mercado, permitiendo la propiedad privada, que en conjunto con otras mediadas pone a tambalear el modelo soviético. Boris Yelstin finalmente firma la disolución de la URSS en 1991 y con ellos nicia una migración masiva de toda la ex unión sociética, epsecialmente a Occidente, ocasionando una diáspora generalizada. Así regresan también muchos emigrados y los temas recurrentes de este periodo fueron la denuncia de los males de la sociedad soviética y la condena del régimen.

 

 

¿Por dónde comenzar a explorar la literatura de este periodo? Descubre estos cuatro autores paradigmáticos.

Boris Pasternak (1890-1960), poeta y novelista, galardonado con el premio Nobel en 1958 por Doctor Zhivago, una novela que retrata las multiples realidades de la Rusia de la esposa: pobreza, exilio, la perdida de la intimidad, y el deseo de poder acceder a la voz del arte.

Varlam Shalámov (1907-1982), su obra los Relatos de Kolimá en los que relata su reclusión en esta región en Siberia por oponerse al régimen.

Aleksandr Solzhenitsyn (1918-2008), sobreviviente del Gulag durante el regimen de Stalin con un sobra que denuncia la represión.

Svetlana Aleksiévich (1948-) y su crítica abierta al sistema.

 

 


 

Capsula #4

Literatura de emigrantes sovieticos

 

Ya vamos llegando al final de nuestro recorrido por la literatura rusa. Nuestra exploración no estaría completa sino mencionamos a aquellos autores que escribieron desde el exilio.

Entre los autores que conforman la primera ola, – los desplazados por la revolución de 1917-, figuran  Iván Bunin, Aleksandr Kuprín, Yevgueni Zamiatin, Teffi, y Alekséi Nikoláyevich Tolstói (regresó a la URSS más tarde). De esta emigración también hace parte la llamada “generación desapercibida”, escritores y poetas más jóvenes que maduraron y comenzaron a escribir ya emigrados, entre ellos Vladimir Nabokov y  Gaito Gazdánov.

La segunda de ola de emigración se compone de escritores y poetas desplazados por la Segunda Guerra Mundial, entre ellos Iván Yelaguin y Borís Shiriáyev, cuyas obras giraban en torno a la dura experiencia de la vida en la URSS.

A partir de 1970 y entre 1980 los disidentes soviéticos, en protesta contra del nuevo y creciente control ideológico suscitado por la Primavera de Praga, fueron deportados a Occidente. Destacan Joseph Brodsky, Aleksandr Solzhenitsyn, Irina Ratushínskaya, entre otros.

 


 

Cápsula de Viaje #5

Literatura post soviética

Nos ubicamos en la mitad de los años 80 hasta el presente. De nuestra cápsula de viaje anterior, vimos que con la llegada deGorbachov la crisis de ideología soviética se agudizó llevando luego con Yelstin a la disolución final de la URSS.

Esta crisis estimuló la aparición de una literatura nueva. Al desaparecer por completo el telón de acero, muchos de los autores emigrados regresaron a Rusia. La literatura post-soviética se dedicó en esencia a revelar y estudiar los males de la sociedad rusa. Una literatura naturalista, intentando reproducir con objetividad todos los aspectos de la realidad, con un pesimismo extremo, sin escatimar en los aspectos más degradables o sórdidos. La literatura rusa de mediados de los 80s hasta los inicios del siglo XXI ha sido apodada como chernuja y pornuja, literatura negra y pornográfica.  Proliferaron los textos que condenaban el sistema y la ideología soviética, pudieron hablarse incluso de una nueva ideología oficial:  la opuesta a la soviética.

Con el paso de los años, la literatura se diversificó y surgieron nuevas corrientes: el conceptualismo en la poesía, jugando con los objetos y clichés del socialismo reduciéndolos al absurdo; el neobarroco; el “Mitkí”, que cultivó un sentimentalismo ingenuo, de simplicidad y tontería deliberadas, que también encontró acogida entre los músicos de los noventas.

En años más recientes con el auge del internet apareció una nueva literatura interactiva o ‘Seteratura’, en la que predominó una prosa post-modernista. Con autores como Tatiana Tolstaya, Víktor Pelevin, y Dmitri Býkov, reconocidos por sus novelas. Otros como Borís Akunin, cuya obra policiaca genera división entre los críticos, sin embargo prevalece la calidad de su prosa. En su literatura, los post-modernistas rusos dejan ver la crisis de ‘fin de siècle’: una pérdida de confianza en muchas aspectos como la cultura, la lengua, las utopías, con un dejo de nostalgia por pérdida de fé.

El realismo sufrió grande scambios transformando en post-realismo representado por obras como las de  Ludmila Ulítskaya, Liudmila Petrushévskaia, Alekséi Slapovski, Galina Scherbakova. Surgieron tambien autores escandalosos, por su uso indiscriminado de atrocidades y lenguajes obsecno,  como Yuri Mamléiev, y el más representativo, Vladímir Sorokin. Escritores como Dmitri Balashov y Borís Vasíliev, desarrollan la novela histórica basada en las primeras épocas de la historia rusa.

Numerosos escritores hacen florecer la ciencia ficción, filosófica y social, como as obras de Aleksandr Grómov, Yelena Jaietskaia, Vladímir Mijáilov, Vladímir Jlúmov, Dmitri Býkov, Andréi Stoliarov, entre otros. La literatura fantástica surge tambien en el que destacan las obras de María Semiónova, respesentando un subgénero llamado ‘literatura fantástica eslava’  mezclando elementos etnomitologicos.

En lo que va del siglo XXI, muchos criticismo distinguen en la literatura rusa una literatura llena de presentimientos preapocalípticos; una vuelta al realismo social y crítico que busca superar el ‘proyecto antisoviético’ ya que además de destructivo llegó a ser rusófobo.

Viktor Pelevin

Entre los escritores de este periodo que destacan y resuenan figuran Víktor Pelevin y Vladímir Sorokin; Mijaíl Shishkin, quizás el escritor ruso más premiado,  reconocido por sus obras polifonicas y políticas; el intelectual y polémico Zakhar Prilepin.

La reconocida Liudmila Ulítskaya, nacida durante la Segunda Guerra Mundial en los Montes Urales, comenzó. Su carrera después de los cicneitna años y ganó en 1996 la admiración internacional con su libro Sóniechka. Ulítskaya integra la tradición de escritores rusos que se consolidan en el extranjero.

Svetlana Alexiévich

Svetlana Alexiévich ganadora del Premio Nobel de Literatura en 2015 es un caso particular ya que aunque nacida en Bielorusia, vivió gran parte de su vida dentro de la URSS. Todos sus libros fueron escritos en ruso y se consagró por sus crónicas de denuncia de la vida dentro de la Unión Soviética.

 

 

 

 

 


 

Consulta la selección literaria aquí.

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