Territorio Levante Árabe

Nuestros viajes a través de #ElMurodeNidodeLibros nos llevaron por ocho 𝗧𝗘𝗥𝗥𝗜𝗧𝗢𝗥𝗜𝗢𝗦 en 2022. Nos sigue impulsando el deseo de conocer más de un lugar a través de su literatura y este año continuaremos el itinerario con nuevos territorios literarios. Mes a mes arribaremos a un nuevo destino, proponiéndoles aquí una selección curada de autores y libros del Territorio (exhibida tanto físicamente en uno de los muros de la librería como virtualmente en nuestra tienda online), sumado a entradas en nuestro blog, y eventos y actividades relacionadas.

Ahora hemos llegado a #TerritorioLevanteÁrabe…Descubre aquí nuestro viaje.


𝗥𝗨𝗧𝗔 𝗹𝗶𝘁𝗲𝗿𝗮𝗿𝗶𝗮 𝟮𝟬𝟮𝟯, segundo destino:

LEVANTE ÁRABE

Los países levantinos reciben esta denominación siglos atrás para referirse a las tierras a lo largo del Mar Mediterráneo y al este de Italia. Levante proviene de levar (este)  refiriéndose ampliamente así a los países que yacen en el oriente del Mediterráneo.

La referencia más antigua que se tiene del uso de este término data de 1497, comprendiendo entonces los territorios al sur de los Montes Tauro en Turquía, limitada al oeste por el Mar Mediterráneo y al este por las montañas Zagros en Irak e Irán y al norte de la península del Sinaí en Egipto. Sin embargo el Levante ha sido un termino que ha ido evolucionando con la historia y los territorio designados, así como su uso en referencias históricas y políticas ha estado sujeta a variaciones.

En su sentido mas amplio fue un término que acuñado por historiadores y arqueólogos designaba los pueblos de la antigüedad asentados en los actuales territorios de Siria, Líbano, Palestina (Banda de Gaza y  Cisjordania), Israel, Jordania y Chipre, – diferenciándose así de las civilizaciones de Mesopotamia y Egipto. Por su importancia en el comercio fue un territorio disputado por invasores y potencias, quedando incorporado al imperio Persa y luego al Romano. Con el tiempo la definición del Levante y las tierras comprendidas no ha tenido una definición consistente y ha variado con el tiempo histórico y según la fuente.

Los países del Levante comparten rasgos culturales, religiosos y lingüísticos. Las grandes ciudades ubicadas en Levante incluyen las ciudades sirias de Alepo, Homs y Damasco, las ciudades libanesas de Beirut y Trípoli, las ciudades jordanas de Amman y Zarqua, las ciudades israelíes de Jerusalén y Tel Aviv y la ciudad palestina de Gaza. En esta exploración nos centraremos específicamente en los países árabes del Levante, enfocando nuestra mirada a aquellos que comparten un origen lingüístico y religioso común, – Libano, Siria, Palestina, Jordania.

Tendremos también en cuenta el éxodo producido desde estos países hacia las Américas, ya que enel caso colombiano la diáspora árabe presente especialmente en la costa caribe a comienzos del siglo XX fue un elemento diferenciador del desarrollo social, cultural y económico de la región. Visitaremos de modo tangencial el mahyar y algunos de sus exponentes literarios.

Nuestra búsqueda de voces del #TerritorioLevanteÁrabe nos ha llevado a encontrar amplios registros, en la poesía, en la novela de denuncia, en las memorias. Su hilo común, especialmente en la literatura producida en el ultimo siglo (siglo XX en adelante), pareciera indicar un deseo de refugio, de encontrar en la literatura un recurso de re-elaborar y recuperar las patrias perdidas. Exploraremos un sentir de una región, buscaremos su producción literaria, y nos acercaremos a un territorio cuya riqueza cultural ha sido expoliada por siglos de violencia.

Sigue aquí nuestras cápsulas de viaje en las que revelaremos nuestros hallazgos sobre la literatura de #TerritorioLevanteÁrabe

 


Cápsula de viaje # 1

Un llamado a la traducción

Las exploraciones no están exentas de imprevistos, tropezones, dificultades y sorpresas que nos llevan a replantear caminos, trazar nuevas rutas o métodos. Incluso a improvisar. Cuando iniciamos el estudio de #TerritorioLevanteÁrabe nos encontramos con una riqueza de voces, – escritores de mediados del siglo XX y voces actuales que han ido trazando un paralelo entre la realidad histórica y la elaboración metafórica, entre la denuncia y la fantasía, el híbrido entre simbolismo y realidad que permite la literatura.

Sin embargo, nuestra primera dificultad no fue encontrar las voces más representativas, singulares o interesantes de los cuatro países del Levante Árabe. El verdadero reto estuvo en encontrar ediciones que trajeran del árabe al español esa literatura que en los países de lengua hispana debemos leer. Nuestras deuda idiomática con el árabe es importante, – alrededor de 4,000 palabras de nuestro léxico provienen de esta lengua. Culturalmente podemos también trazar unas costumbres de nuestros colonizadores hispanos que venían ya impregnadas de la cultura morisca desde finales del siglo XV.

Pero nuestro deseo de leerlos nos llevó a ampliar los registros en los que podemos acceder a ellos. Por tanto, esta ruta literaria es una hibridación entre literatura traducida al español y al inglés.

En castellano encontramos muy pocas editoriales con un catálogo que tuviese una decidida intención de editar escritores árabes. En los grandes conglomerados editoriales en castellano son escasas las publicaciones de autores del Medio Oriente. Dos editoriales en España mantienes algunos autores, especialmente de la segunda mitad del siglo XX, en circulación. Pero son muchos los libros que en algún momento fueron editados y ya se encuentran descatalogados.

En cuanto a Líbano y Siria, -quizás por ser parte del Mandato Francés que en 1918 luego de la Primera Guerra Mundial fue encargado su control a Francia por parte de las Naciones Unidas-, sus autores gozan de una mayor traducción al francés.

Encontramos una amplia traducción al inglés, especialmente en escritores de inicios del siglo XX y lo que va del XXI.  El International Prize for Arabic Fiction (IPAF), considerado el Booker Árabe, también brinda un reconocimiento internacional y visibilización a autores de esta lengua. En los EEUU y UK existen numerosas editoriales que han dedicado colecciones al rescate de voces o a la publicación de voces emergentes, algunos aún residiendo en el Levante Árabe, otros que especialmente por el exilio escriben desde la diáspora. La Universidad de Texas en Austin, desde su departamento de Estudios del Medio Oriente, lidera con el Center for Middle Eastern Studies un programa de investigación y publicaciones que han dado como resultado más de 90 títulos. En la India, Seagull Books tiene una linea de edición dedicada a traducciones al inglés de autores asiáticos.

Luego de meses de investigación editorial, un proyecto de arqueología en el mercado editorial, nos sentimos satisfechos de proponer a nuestros lectores un amplio numero de libros, alrededor de unos 80 títulos compuestos por un 55% en español, 45% en inglés; 30% de escritores libaneses, 36% palestinos, 10% jordanos, 22% sirios, 2% del mahyar. Esperamos esta colección pueda ir creciendo con el tiempo.

Ver la selección.


Cápsula de viaje # 2

La evolución de la literatura Siria 

Históricamente, los sirios han escrito y hablado sobre el exilio en su literatura, mucho antes de que comenzara la guerra siria en marzo de 2011.

Ghada Alatrash, Mount Royal University

El árabe como lenguaje literario, compartido por más de 20 estados-nación del mundo árabe, implica un espacio transnacional de producción literaria. Hablar de literaturas nacionales es posible, pero es quizás más acertado aún contemplar la arabidad (término que acoge diversos aspecto de la cultura árabe, tales como creencias, calores, elementos sociales, familiares, en esencia contemplando similitudes y diferencias transnacionales, que describen que y como sin los árabes) como campo literario.

En el caso de Siria, Mohja Kahf (2001), poeta, novelista y profesora sirio-estadounidense, señala que no existe tal cosa como “la literatura siria”. La élite intelectual de Siria y el estado han estado conectadas muy cercanamente. Desde 1963 cuando el partido Baath llegó al poder por primera vez en 1963, los intelectuales y escritores tenían un papel político importante que desempeñar, lo que llevó a que muchas instituciones del campo estuviesen controladas por el estado, generando así una dependencia, vigente aún, de los artistas e intelectuales para trabajar.

Debido a la censura, la búsqueda de elusión de las formas de control, propició la integración de los escritores sirios dentro de el campo global de la producción cultural árabe. De esta manera, elementos eminentemente o únicamente sirios no siempre traslucen dentro de la producción simbólica de sus exponentes. Desde el Líbano y en general desde la diáspora, han sido más los sirios que han publicado su literatura considerándose insertados dentro del marco de la producción árabe global, más que de Siria.

Es posible considerar que los hechos producidos en 2011, los levantamientos en torno a la guerra, hayan propiciado una nueva tradición literaria siria, – similar a lo ocurrido en el Líbano a partir de la guerra civil de los 90s y 90s y en Palestina partir de la ocupación. Estos acontecimientos han generado una profunda transformación en los autores, cineastas, artistas e intelectuales reflejándose en su producción.

Sin embargo, esta literatura sigue gestándose en su mayoría desde otros territorios, ya que la gran mayoría de autores, aquellos ya reconocidos así como los emergentes, sufrieron el desplazamiento forzado por el conflicto junto con otros intelectuales. En esencia gran parte de la literatura siria sigue produciéndose desde el exilio.

Según estudiosos y críticos, se pueden identificar tres momentos o generaciones de escritores sirios:

  • Escritores que habían comenzado su carrera literaria previo a la llegada al poder del partido Baath en 1963, entre ellos el poeta Adonis (que emigró en 1955), los novelistas Hanna Mina, Ulfat Idlibi y Walid Ikhlasi.
  • Autores que publicaron por primera vez en la década de 1980, entre ellos Salim Barakat, cuya obra desafiaba el realismo social de los anteriores exponentes.
  • Los escritores que a finales de los 1990s y comienzos de los 2000s han sido reconocidos y predominan internacionalmente, siendo la voz del conflicto, entre ellos Samar Yazbek, Rosa Yassin y Khaled Khalifa.

A lo largo del siglo XX la poesía fue quizás el genero más representativo de la literatura siria, no solo en Siria sino en la literatura del Mahyar (de la emigración a las Américas). A partir de los 1990s, y especialmente después de 2011, la generación más joven de escritores se componen de novelistas y cuentistas. Estos últimos se publican especialmente, en plataformas online y revistas y las redes sociales.

Aquí un acercamiento a estos autores sirios:

 

 

Salim Barakat, nacido en Qamishli en el norte de Siria (1951), de ascendencia siria y kurda. Sus obras se centran en la cultura y el patrimonio kurdos y exploran su lugar en el mundo árabe en general. Ha publicado docenas de novelas, colecciones de cuentos y antologías de poesía, y se distingue de sus contemporáneos por el uso innovador del estilo y el tema dentro de su escritura. Reflexiona sobre las dictaduras a través del relato fantástico, y según algunos críticos literarios se le atribuye el introducir el realismo mágico en la literatura árabe.

Ali Ahmad Said Esber conocido por su seudónimo Adonis, nacido en Al Qassabin (1930), es uno de los poetas más destacados del mundo árabe. Su poesía personifica la modernidad y la rebelión, basándose en la tradición histórica de la poesía árabe para subvertirlo.

 

Khaled Khalifa, de Alepo (1964), es un novelista cuyas obras han generado una gran controversia en su país ya que confronta las realidades de la sociedad con las acciones del gobierno; aborda la tensión entre el individuo y el sistema político, y las crisis que esto genera en las vidas de los ciudadanos.

Samar Yazbek (Jableh, 1970), ha escrito novelas, cuentos, crítica cultural y guiones. Su escritura está atravesada por una conciencia política y social profundamente arraigada y un compromiso con los problemas contemporáneos. En su libro A Woman in the Crossfire: Diaries of the Syrian Revolution (2012) realiza un relato brutal de su participación en las protestas contra el régimen de Assad, antes de su eventual escape y exilio a París, por el cual recibió el Premio PEN Pinter.


 

Compartir:

TOP