Varios argumentos, fundamentales para el debate pedagógico y didáctico actual, articulan este ensayo. La importancia de las instituciones educativas, la postulación de una teoría del aprendizaje que incluye a la diversidad y no la defina como anomalía, así como la presentación de las nuevas tecnologías como continuadoras de tendencias ya existentes que promueven el aprendizaje por indagación, simplificando enormemente la organización y publicación de textos y la comunicación con los demás, son algunas de las reflexiones que se desarrollan a lo largo del libro.