En su sorprendente trabajo de no ficción de libros ilustrados, el autor-ilustrador ganador del Premio Caldecott, Steve Jenkins, explica cómo para la mayoría de los animales, los ojos son la fuente más importante de información sobre el mundo en un sentido biológico. Los ojos más simples —grupos de células sensibles a la luz— aparecieron hace más de mil millones de años, y proporcionaron una gran ventaja de supervivencia a las primeras criaturas que los tenían. Desde entonces, los animales han desarrollado una increíble variedad de ojos, junto con formas a menudo sorprendentes de usarlos.