Un libro de una inmensa belleza que narra, mediante metáforas, el sentimiento de llevar al mar consigo.
«El mar es una línea», comienza diciendo esta historia. Está es una línea imaginaria que una niña invoca desde su casa, y en esta casa ve ballenas, ve olas, ve pescadores. No hace falta ver el agua, pues existe el sentimiento de llevar al mar consigo.