
Los libros para niños poseen una cualidad dual: ser valorados y disfrutados por los niños, y luego ser vistos, analizados y criticados (literariamente) por el adulto. Sucede que a veces ese niño es el mismo adulto que luego de haberlos disfrutado en la infancia, los analizará pasados los años.
Mercer Mayer es uno de esos autores con los que crecí, y que pasaron al patio trasero de mis recuerdos, archivado entre esas lecturas que formaron parte de mi infancia y que entran a conformar esa masa informe y difusa de las experiencias tempranas. Pero solo me basta ver los trazos, las frases específicas, los ambientes de la historia para recordar la sensación que en su momento estas lecturas me provocaron. Eso me sucede con Mercer Mayer.
Este ilustrador norteamericano publicó su primer libro en 1967, A boy, a dog and a frog, que con los años conformaría una serie de libros silentes en las que un niño, un perro y una rana se enredan en aventuras cotidianas, situaciones disparatadas y caóticas que solo pueden ser vistas con la lógica de un niño, – o la del adulto que aun puede ver como niño.
En 1968 publico There’s a nightmare in my closet (Hay una pesadilla en mi armario). Los lectores y la crítica los compararon con Donde Viven Los Monstruos de Maurice Sendak (1963), insinuando que Mayer había modelado su historia a partir de la otra. Pero Mayer sostuvo que, desconociendo el libro de Sendak, el suyo se había basado en sus propios miedos nocturnos en la infancia. Hoy por hoy sigue siendo un clásico, que Mayer luego complementó con situaciones similares en There’s an alligator under my bed (1987), There’s Something in My Attic (1988), There’s a Nightmare in My Cupboard (1988).
En 1973, publica la historia de una niña que un día encuentra de súbito a un canguro acostado sobre su cama. En What do you do with a kangaroo?, la protagonista es una niña corajuda que toma al canguro por la cola y lo arrastra fuera de su casa. De la misma manera se enfrenta a la zarigüeya que aparece en su baño para usar su cepillo de dientes, el tigre de bengala que le ha quitado su triciclo, y así con la sucesión de animales que invaden su hogar. Recuerdo esta historia con especial afecto. Nunca podría haber sido tan cándida como la niña de esta historia si viviese la invasión de criaturas en mi hogar. Me producía una especia de fascinación y miedo pensar que yo tuviese que enfrentarme a ello, y quizás por eso lo leía continuamente en una especie de juego en el que quería acercarme a la historia, a la niña, pero mantenerme a salvo en la distancia del relato. Conservo aún mi ejemplar de mi infancia, y lastimosamente ya no circula una nueva edición. (He buscado y no logro encontrar registro de que este título alguna vez fuese traducido al español. Si hay por aquí algún editor, le dejo la inquietud…)
En 1975 publicó Just For You, una historia de un niño con apariencia de erizo que está decidido a ayudar a su madre con sus quehaceres. Su éxito fue tal que también se convirtió en una serie de libros ilustrados de este entrañable y sobretodo relacionable personaje, Pequeña Criatura. A hoy, a sus 79 años, Mayer sigue publicando más historias de Little Critter, ya que los asuntos con los que el niño protagonista debe lidiar durante su crecimiento son atemporales y clásicos: son los mismos problemas que desde hace 30 años siguen siendo relevantes aún hoy. Desde entonces Mayer ha publicado más de 300 títulos.
Nació en 1943 en Little Rock, Arkansas. Su padre sirvió en la Segunda Guerra Mundial y cuando era niño en la Marina se mudaron mucho, pero la mayor parte de su infancia la pasó en Arkansas. Cuando tenía 13 años, su familia se mudó a Hawái, donde finalmente asistió a la Academia de Artes de Honolulu y creció su aspiración de ser un artista de libros para niños. En 1964, se dirigió a Nueva York y comenzó a estudiar en la Art Students League y a vender su portafolio a editores.