Un oso que deseaba volar

Un oso polar llega inesperadamente a un bosque, flotando sobre una pequeñísima plancha de hielo. El primero en notarlo es el cuervo, quien alerta a los demás animales. El oso hace de una vieja cueva, abandonada y misteriosa, su hogar y recorre el bosque juntando hojas. Los animales no se fían de esta criatura, que además de estar fuera de lugar, suscita suspicacia con su actividad recolectora. Los habitantes del bosque deciden llamarlo “Leaf”.

Este es el primero de varios libros de Sandra Dieckmann, –ilustradora y autora nacida en Alemania y radicada en Londres-, publicado por Flying Eye Books en 2017. Estuvo nominado para la Medalla Kate Greenaway en 2018, uno de los máximos premios literarios de Gran Bretaña otorgados a libros para niños que se distinguen por su ilustración.

Aquí, Dieckmann combina temas tan esenciales como espinosos de abordar, tales como el desplazamiento y el cambio climático, pero que con un lenguaje poético e ilustraciones sugestivas e intensas, logra transmitir la conmovedora historia de una comunidad que se une para ayudar a un extraño que lo necesita.

Los animales descubren que el oso intenta todos los días despegar en vuelo con unas alas construidas de las innumerables hojas que ha reunido. Extrañados de un comportamiento tan peculiar se preguntan, ¿a dónde pretender ir el oso? ¿Será que busca regresar a casa?

Las ilustraciones y doble páginas se desbordan con imágenes vibrantes y enmarañadas, de trazos cuidados y detallados. Las plantas y flores son elementos mágicos que evocan un ambiente fantasioso y onírico. En el horizonte a menudo encontramos los contornos repetidos de montañas lejanas, lo que sugiere que más allá del bosque salvaje un mundo más grande se extiende.

Los habitantes de este bosque descubren que un poco de ayuda puede hacer una diferencia y con ello Dieckmann siembra un mensaje esperanzador sobre la naturaleza de las relaciones y nuestro lugar en el mundo.

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