
«Creo que la censura surge del miedo, y debido a que el miedo es contagioso, algunos padres se dejan influenciar fácilmente. La prohibición de libros satisface su necesidad de sentirse en control de la vida de sus hijos. Este miedo a menudo se disfraza de indignación moral. Quieren creer que si sus hijos no leen al respecto, sus hijos no lo sabrán, y si no lo saben, no sucederá.
Hoy, no es solo el lenguaje y la sexualidad (las razones habituales dadas para prohibir mis libros) lo que hará que un libro aparezca en la lista de éxitos de los censores. Es el satanismo, el New Age-ism y otros cien ismos, algunos de los cuales te harían reír si las implicaciones no fueran tan graves. Los libros que hacen reír a los niños a menudo son sospechosos; también los libros que alientan a los niños a pensar o cuestionan la autoridad; los libros que no golpean al lector con lecciones morales se consideran peligrosos «.
– Judy Blume
El pasado 12 de Marzo inauguramos en la librería un nuevo espacio: Galería Nido. Este espacio ha sido pensando para que, al igual que en las galerías de artes plásticas, en esta nuestra se alojen exhibiciones curadas de obras literarias en torno a un tema.
Inauguramos la actividad cultural de la galería con la exposición «La censura en la literatura», haciendo un recorrido por algunas obras que sirvan de ejemplo de las múltiples formas y rutas que ha adoptado, y sigue adoptando, la censura de la circulación literaria.
La censura nace, en principio, del miedo por parte un individuo o grupo a no poder controlar lo que el otro piensa. De esta forma la censura es en sí una censura del pensamiento y, cuando un grupo logra ejercer el control sobre lo que el otro piensa, indiscutiblemente se trata de un adoctrinamiento. Limitando los contenidos tratados en las escuelas y universidades, lo que se divulga en las noticias, pero también limitando el arte y el lenguaje, son formas de restringir la capacidad que como seres humanos tenemos de interpretar el mundo y re imaginarlo. Coartar el pensamiento es mantener el status quo.
“Porque el arte es un método de conocimiento, una forma de penetrar en el mundo y encontrar el sitio que nos corresponde en él.”Andruetto, María Teresa (1954); Hacia una literatura sin adjetivos.
Si bien los motivos varían, censurar libros ha sido una constante histórica. Se pueden trazar obras literarias censuradas en la antigüedad. En los inicios del siglo XVI el Index librorum prohibitorum, listaba todos los libros cuya lectura la Iglesia Católica prohibía a sus feligreses. La Inquisición ya había instaurado esta practica desde la Edad Media, expurgando no solo en su distribución, -sino desde la producción-, obras literarias quizás muchas de las que no podemos tener registro hoy.
No sólo la Iglesia y los grupos religiosos de diferentes credos han sido censuradores a templanza. Gobiernos y grupos políticos han coartado la distribución y lectura de libros en diversos momentos del tiempo. Pero no podemos desestimar un grupo censor que hoy día sigue liderando gran parte de la objeción que se hace a muchas obras literarias. La ALA (American Library Association, por su sigla en inglés) lleva un registro anual de las incidencias de censura y prohibición que se presentan en las bibliotecas y escuelas de los Estados Unidos. Esta información esta disponible para los años 1990 en adelante, momento en que la OIF (Office for Intellectual Freedom) de la ALA inició la recopilación de la información, no queriendo con ello apuntar a que previo a esta fecha no haya habido casos. Una mirada rápida a los casos revela que en su mayoría, la censura ha originado de un padre de familia o asociación de padres que han pedido expugnar un libro de los acervos de una biblioteca o de los programas de lectura escolares. Lamentablemente algunos casos han terminado en la prohibición efectiva del libro, cuando la junta de la biblioteca o escuela o el juez (cuando la circunstancia hasta esta instancia ha llegado) ha cedido ante las presiones de los padres. En otros casos, las acciones de otros padres en desacuerdo con el censor han ocasiona la reversión de la decisión de las juntas o jueces y la circulación de la obra ha sido restituida.
La censura puede no solo terminar en prohibición sino en la desaparición del libro mediante su destrucción. Las quemas de libros datan de tiempos tan lejanos como los antiguas dinastías chinas y del emperador romano Constantino El Grande, que en su deseo de preservar un poder político eliminaron textos que pudiesen atentar contra el establecimiento; la quema de códices aztecas y mayas durante la Conquista, purgas y quemas de libros del régimen Nazi en 1933 en Alemania y en 1981 la quema por parte del grupo étnico mayoritario de Sri Lanka, de la Biblioteca Publica de Jaffna en la que se perdieron siglos de documentos que sustentaban la cultura minoritaria de la isla, los Tamil. En mayo de 1978 en Bucaramanga, Colombia la sociedad religiosa de San Pio X lideró un acto de quema de libros considerados perturbadores para los jóvenes entre las que se dice hubo ejemplares de García Márquez, Rousseau y Marx.
La actual exhibición en Galería Nido propone un recorrido por obras que han sido censuradas o prohibidas desde la antigüedad hasta nuestros días, por motivos diversos, algunos que tiran de hilos tan finos que pareciera no son visibles. Pero ese es el peligro de la censura, su capacidad de instalarse en tejidos invisibles pero que permean los años y las generaciones, nublando en ocasiones el derecho a permitir que sea el lector quien determine si lo leído es o no valioso.
Pero, ¿se ha preguntado si un libro es lo suficientemente poderoso como cambiar por completo, sin hacerle dudar, su forma de pensar? Como menciona Perry Nodelman en su artículo Todos somos Censores (Canadian Children’s Literature Nº 68 ; 1992):
“Por lo tanto, sospecho que los libros son siempre menos significativos para nuestra educación que los valores que nos inculcan quienes nos cuidan y nutren; ya sean los valores en los cuales ellos dicen creer y se esfuerzan por inculcar, o bien los que en realidad ponen en práctica y nos enseñan.”
Por coercitivo que sea el discurso de un texto, seguro entrara en contacto con su estructura previa, y por pequeña que sea habrá una batalla interior, y no una “dosis médica” forzosa y moralmente correctiva.
La censura sigue siendo una sombra que la industria editorial no siempre ha sabido batallar. Ocurre que existen tendencias en la creación y producción que ejercen controles sobre los contenidos, limitando temas, tratamientos de estos, personajes y usos del lenguaje que eviten la generación de polémicas o el abordaje de temas difíciles. En otras instancias la creación no solo opta por evitar o «lavar» contenidos sino por producir libros que aborden lo que un grupo considera debe enseñarse. De esta forma la censura lleva a una anteposición de la instrumentalidad o enseñanza moral sobre la calidad y la forma literaria.
“ Todos recordamos aquel momento, luego aceptado como un gran error, en que los cuentos de hadas fueron enviados a la lavandería, para retirarles toda mancha de sangre. El resultado fue que, al limpiar la sangre visible, se drenó también la invisible, esa que corre por las venas de las historias, y las anima y les da vida. Y los bellos cuentos de hadas se tornaron pálidos, débiles, inexpresivos.Colasanti, Marina. (2004) «Leyendo en la casa de la guerra»; en Fragatas para tierras lejanas. Conferencias sobre literatura.
Un recorrido por la censura en la literatura
Las aventuras de Huckleberry Finn (1884)
Desde 1885 la Biblioteca Pública de Conrad (Massachusetts) la prohibió por “su tono inmoral” y por “su uso sistemático de la mala gramática y expresiones poco elegantes“. Desde entonces ha sido uno de los libros mas vetados en escuelas por su lenguaje objetado desde consideraciones raciales, el uso repetitivo de la palabra nigger, y la representación de los personas considerando a este un libro racista. Las opiniones acerca de su valor histórico e intención de Twain al escribirlo han estado largamente divididas.
La cocina de noche (1970)
La desnudez, el bigote del panadero que evocaría el mostacho de Hitler y el intento de hornear a Mickey, son algunos de los argumentos a favor de su censura. En 1972 el libro fue quemado por una bibliotecaria generando una respuesta de su editora Úrsula Nordstrom: “Creo que los niños pequeños siempre reaccionarán con deleite a un libro como In the Night Kitchen, y que reaccionarán de manera creativa y saludable. Solo los adultos se sienten amenazados por el trabajo de Sendak .» Para algunos críticos la desnudez no tiene propósito dentro de la historia e incluso puede promover la pornografía infantil. La ALA reporta casos de bibliotecarios que han pintado ropas para cubrir a Mickey.
Un puente a Terabithia (1977)
Ocupa el puesto # 8 en la lista compilada por la American Library Association (ALA) de los libros más en la década de 1990-2000. El argumento de los censores pareciera gravitar en torno a la trama centrada en la muerte. Pero también a que su lectura promueve el humanismo secular y el ocultismo. En 1996, escuelas del estado de Pensilvania la retiraron de sus aulas debido a “blasfemia, irrespeto hacia los adultos y un elaborado mundo de fantasía que puede llevar a la confusión.“
Las brujas (1983)
El uso de lo grotesco, de la violencia y la brujería han sido elementos en favor de su prohibición. Incluso la misoginia también ha motivado su censura, ya que en la nota de advertencia con la que Dahl inicia la historia aduce que las brujas sólo pueden ser mujeres (…y que los demonios siempre son hombres). Su respuesta en 1989 fue que los padres que intentan prohibir un libro de brujas para niños, adolecen de sentido del humor. Por su posibilidad de desensibilizar a los niños hacia la violencia y promover el interés por la brujería ha estado en el listado de los mas censurados entre 1990-1999.
Matar a un ruiseñor (1960)
Por su retrato de la violencia, lenguaje ofensivo y racismo ha sido censurado a través de los años. En 1966 una escuela de Hanover County vetó su novela por considerarla inmoral y por tanto impropia para los jóvenes estudiantes norteamericanos. Considerada por algunos de hecho ligeramente subversivamente y que aborda de forma menos confrontacional el tema racial que otras novelas contemporáneas a ella, aun así ha estado en la lista de la censura. En 2017 en Mississippi un gripo de padres solicitaron su retiro ya que les producía incomodidad.
Un mundo feliz (1932)
Desde su publicación fue prohibida en Irlanda y Australia y desde entonces no ha dejado de estar las lista de los libros censurados por su insensibilidad, lenguaje ofensivo, racismo y contenido explícitamente sexual. En 1963 un profesor de un colegio en Maryland fue despedido por incluirla dentro del currículo y a pesar de llevar su caso a corte, el consejo de educación ganó la batalla. En los ochentas escuelas en Missouri la vetaron por hacer ver el sexo no procreativo como diversión. Aunque salió del top 10 de la lista de la ALA durante los noventas, en 2010 fue objetada por su caracterización de los nativos americanos.
¿Estás ahí Dios? Soy yo Margaret (1970)
Por abordar la sexualidad abiertamente y por su representación de la duda frente a la religión, muchas escuelas han restringido su lectura. Hablar abiertamente de la menstruación y de la pubertad. Cinco libros de Bulme han sido censurados, y este en particular ha esta den la lista de los 1100 mas censurados desde 1990 a 2009. Hoy en día sigue estando censurado, no prohibido, en incluso en algunas bibliotecas en USA, puede ser alquilado solo bajo permiso parental.
¿Qué crees? (1990)
En 1991 una madre solicitó a la biblioteca retirar este libro por retrarar brujas, calderos hirvientes, incluir referencias a nombres de rockeros punk y una referencia que podría ser interpretada como “Dios ha muerto”. La censura en general se ha centrado en las supuestas conexiones que establece con el ocultismo y en generar un impresión positiva de una bruja. Ocupó el puesto No. 66 de los cien libros más censurados en la lista compilada por la ALA entre 1990 y 1999. Las ilustraciones han sido consideradas demasiado fuertes y grotescas para los niños.
El señor de las moscas (1954)
Padres y educadores han interpelado su lenguaje y violencia. A lo largo de los años y en diversos colegios en Norteamérica ha sido censurado y prohibido por su temática general aduciendo que desmoraliza al implicar que el hombre no es poco mas que un animal. Debido a su exploración distópica de la naturaleza humana en la que el individuo es antepuesto al bien común, este no ha dejado de ser un libro controversial. La censura también se ha centrado en racismo hacia la comunidad negra y en acusaciones hacia la iglesia cristiana. Según la ALA es el octavo libro más censurado de los USA.
La casa de los espíritus (1982)
Es uno de los 100 libros censurados y prohibidos entre 2000-2009 según registros de la ALA, por su sexualidad explicita, encuentros sexuales violentos y por difamar de la fe católica. En 2013 una madre de una escuela en Carolina del Norte llevó a juicio el caso, oponiéndose a que su hijo le fuera requerida la lectura de la novela dentro del currículo escolar por considerarlo gráfico, inmoral y pornográfico. Aunque el fallo fue a favor de permitir el libro, algunos padres siguieron apelando el resultado. Allende envió una carta defendiendo su novela, situación que consideró inesperada en un estado libre como USA.
Las Aventuras de Tom Sawyer (1876)
Bibliotecarios de su época consideraron que Tom era un protagonista de carácter y moral cuestionables. Luego incluso fue tildado de comunista y racista. Durante años el libro ha sido retirado de bibliotecas y actualmente, aunque su valor como obra es reconocido, sigue generando incomodidades por su uso de apelativos racistas. La obra ha sido editada y el lenguaje adaptado para eliminarlas, no obstante atentando contra la intención de Twain de generar mensajes anti-racistas y anti-esclavistas. Acerca de la censura a su obra, dijo Twain en 1907, “Pero la verdad es que cuando una biblioteca expulsa un libro mío y deja una Biblia sin purgar por ahí donde la juventud y la edad desprotegidas pueden apoderarse de ella, su profunda ironía inconsciente me deleita y no me enoja.”
Tiger Eyes (1981)
Por abordar la depresión adolescente, referir actitudes sexuales, debates religiosos y consumo de alcohol en menores de edad, esta novela ha mantenido un lugar en la lista de libros prohibidos desde los ochentas. La historia se centra en el duelo de una familia y en la forma en la que una adolescente lo afronta. Judy Blume es una de las autoras mas queridas por los lectores jóvenes y más vetada por padres y educadores.
El diario de Anna Frank (1947)
En su diario, Anna habla de su cuerpo, de la menstruación, de la sexualidad en general, y en ocasiones en discusiones casi clínicas de su propia vagina. Ha sido prohibida en varias escuelas por su contenido sexual y temas homosexuales. En 1982, los argumentos en su contra por parte de una escuela en Alabama se centraban en que era un historia demasiado deprimente. En 2009 el diario fue traducido al árabe y farsi y autoridades libanesas lo prohibieron por promover el Sionismo. A lo largo de los años las versiones el diario han editado u omitido varios apartados.
Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas (1865)
A lo largo del siglo XX éste clásico ha sido censurado y prohibido en varias oportunidades. En 1900 el estado de New Hampshire prohibió su lectura en todos los colegio públicos, sobre la base de que la novela promovía la masturbación y las fantasías sexuales, acusaciones posiblemente basadas más en la vida del autor. En 1931, el gobierno chino prohibió la novela por su antropomorfización de los animales que actúan con el mismo nivel de complejidad que los seres humanos, lo que el general Ho Chien consideró desastroso para los niños e insultante para la raza humana. En 1960, en medio de los cambios culturales en Norteamérica, muchos padres consideraron que la novela promovía el consumo de drogas, que los escenarios psicodélicos y las alucinaciones estimulaban el consumo de LSD y otras sustancias.
El mago de Oz (1900)
A pesar de ser hoy un día una obra literaria y cinematográfica familiar, a lo largo del siglo XX fue cuestionada por ministros eclesiásticos por reportar una sociedad sin Dios. Fue prohibida en varias bibliotecas de los EEUU, y en uno de los casos mas notados de censura familias del sur este se opusieron a la cilusion dentro del canon escolar por mostrar la existencias de brujas benévolas y sobre todo por promover la creencia que los atributos humanos se desarrollan individualmente más allá de solo ser dones de Dios.
Una arruga en el tiempo (1962)
A pesar de la misma L’Engle se consideraban una persona creyente y fiel a su Iglesia Episcopal, la novela fue objeto de censura por presentar personajes que fueron tomados por brujas: a la señora Qué, Quién y Cuál fueron asociadas con brujas que practicaban magia negra. Para la autora estos mismos personajes tenían una filiación más profunda con figuras angelicales, guías espirituales, joviales y divertidos. Obtuvo la Medalla Newbury en 1963, pero desde entonces ha sufrido numerosos ataques por mezclar la religión, lo sobrenatural y la ciencia. Tanto por ser demasiado religiosa como no lo suficiente.
Madame Bovary (1857)
La historia de una mujer adultera incomodó a lectores poderosos en el siglo XIX, tanto que el mismo Flaubert fue llevado a los tribunales. El fiscal francés del momento declaró que su nivela era un afrenta contra la conducta decente y la moralidad religiosa. Aunque quien estaba siendo juzgado era el autor, – y también el editor-, fue Emma Bovary quien terminó des ser vetada no solo por adultera, por falta de religiosidad, sino especialmente por que la novela no tomaba una postura clara ante lo narrado. El fin de Emma no pareció ser castigo suficiente, escapando a un castigo judicial y moral. Ella terminó siendo dueña de su destino.
Las Mil y Una Noches (Siglo IX)
En 2010, un grupo de abogados islámicos egipcios presentó una denuncia ante la fiscalía de ese país para prohibir el libro antes su reciente reimpresión, por considerarse ofensivo a la decencia pública. Esta colección está formada por tres grupos de relatos de origen indo-persa, iraquí y egipcio, con influencias de «La Odisea» de Homero, la literatura alejandrina y las novelas bizantinas, compuesta de gran variedad de géneros como historias de amor, cuentos, fábulas de animales, textos eróticos, literatura de viajes, novela de caballería y relatos morales, entre otros muchos.
Strega Nona (1975)
Merecedor al Caldecott Honor y nombrado uno de los 100 Mejores Libros de todos los tiempos (2012) por el School Library Journal. Aún así fue prohibido por numerosas bibliotecas por retratar magia, brujas y hechizos en sus aspectos positivos. Comenta Amy L. Campbell del blog «La vida de un bibliotecario en los libros» en 2010, “Si estás en contra de la magia de Strega Nona, ¿todavía les estás contando sobre la magia de Santa Claus, el Conejito de Pascua, el Hada de los Dientes, los bebés que vienen de la cigüeña? ¿Todavía los llevas a ver películas de Disney y les permites jugar a fingir? ”
Babar (1931)
Vetada por una escuela del sureste de los EEUU en 1998, por ser una historia violenta, que esconde relaciones incestuosas, y promueve el consumo conspicuo, opinión sostenida en que esta inicia con el asesinato de la madre de Babar, a todos los considera sus primos y viene de una familia rica. Otros críticos y educadores consideran que tal como Tin Tin en el Congo, esta no debe ser preservada dentro de los cánones infantiles. Comenta Herbert Kohl: «No prohibiría ni quemaría Babar, ni lo sacaría de las bibliotecas. ¿Pero comprarlo? No. No veo ninguna razón para hacer que Babar esté disponible para los niños, principalmente porque no veo mucha lectura crítica en las escuelas y los niños no necesitan ser propagandizados sobre el colonialismo, el sexismo o el racismo.
Donde viven los monstruos (1963)
Un favorito de los lectores y precursor del libro álbum, debió enfrentarse a feroces criticas por parte de padres, educadores y críticos. La historia de un niño rebelde, -vista como una historia de miedos, castigos y abusos (Max es enviado a la cama sin cenar)-, presuponía para los adultos a unos lectores incapaces de lidiar con ella. El preeminente psicólogo Bruno Bettelheim fue uno de sus mas arduos críticos argumentado que Sendak alimentaba así los peores temores de los niños. La censura también tomó la forma de principios religiosos atacados por la brujería y elementos sobrenaturales presentes en él.
Charlie y la fábrica de chocolate (1964)
Desde su publicación los ataques a esta obra han incluido temas raciales, por la representación de los Oompa Loompas como pigmeos negros. En su versión revisada en 1988, Dahl debió cambiar su descripción de estos personajes. Aún así, en 1990 los ataques continuaron por parte de una bibliotecaria que esgrimía que Charlie no era un personaje central ejemplar, pues no poseía rasgos positivos sino más bien la ausencia de rasgos negativos. En general la obra de Dahl ha sido considerada sadista o extrema, las consecuencias violentas. La mayoría de estos comentarios provienen de los adultos.
Cometas en el Cielo (2003)
Su contenido, catalogado con alto contenido de violencia sexual e islamofobia, despertó el temor de que la novela pudiera promover el terrorismo y el islam. Su lenguaje ofensivo para determinados grupos de edad, homosexualidad, y ataque a principios religiosos le ha valido censuras en varios centros educativos y bibliotecas e incluso removido de planes de lectura. A los comentarios de críticos afgano-americanos, que han manifestado su rechazo a que los Hazara sean retratados como una minoría oprimida, el autor ha respondido “Nunca dicen que hablo de cosas que son falsas.”
Olive’s Ocean (2003)
Una novela de la llegada a la madurez, cuenta la historia de una niña que descubre los secretos de un compañero de clase que muere en un accidente de carro. Ganadora del Newbery Honor, esta novela ha sido censurada por contener lenguaje ofensivo y contenido sexual explícito, inapropiado para la edad objetivo del libro. Además de un beso y un comentario acerca del comportamiento de los padres, y el lenguaje y el contenido explicito es más moderado que el de las películas clasificadas como PG.
The Perks of Being a Wallflower (1999)
Una novela juvenil que retrata la vida de un chico desadaptado, solo que se refugia en la lectura. Su vida cambiará cuando conoce a dos compañeros de escuela que darán un giro radical a su vida. Comparada con El guardián en el centeno, esta novela ha sido censurada y por su abordaje de las drogas, alcohol, consumo de cigarrillo, homosexualidad, lenguaje ofensivo, contenido sexual explícito, inapropiado para la edad objetivo. Desde 2003 está en la lista de los 10 libros más censurados, publicada por la ALA (EEUU).
Los Pilares de la Tierra (1989)
Ha estado en la lista de la ALA de los más censurados entre 1990 y 2000. En caso específicos, un grupo de padres en EEUU exigió fuese retirado del plan de lectura por contenido pornográfico. El Superintendente del condado otorgó razón a los padres. Otros ataques en escuelas del país siguieron.
His Dark Materials (Trilogy) (1995)
Lyra vive en un mundo en que los humanos tienen daimonion, una materialización de su alma en forma animal. Ella descubre la existencia del Polvo, una materia oscura, en medio del control de la información por parte del Magisterio. En 2007 la liga católica hizo campaña en contra de la obra, declarando que promovía el ateísmo y atacaba el cristianismo. Las declaraciones de Pullman a pesar de negar esa intención si acentuaron su objetivo de cuestionar la manera en que las estructuras y las ideas son usadas para propósitos perversos.
Forever (1975)
Katherine, una estudiante de ultimo año se enamora de Michael, y durante la novela explora la extensión de su relación tanto emocional como físicamente. El lenguaje franco, y los pasajes en los que se aborda la sexualidad, fueron catalogados de profanos y ofensivos. La obra de Blume ha permanecido en la listad de los mas censurados por muchos años e incluso seguía entres los primeros 10 puestos del listado publicado por la ALA en 2005. Es quizás por la sinceridad con que Blume aborda la problemática juvenil la misma razón por la que su libro ha sido censurado y prohibido.
Harry Potter (series) (1997)
Décadas después de su publicación, la serie del joven huérfano mago sigue suscitando rechazos. En septiembre de 2019 una escuela en Nashville, TN (EEUU), prohibió su lectura por considerar que puede conjurar espíritus malvados en los lectores. A lo largo de los años reclamos similares han prohibido su lectura por promover el ocultismo, satanismo y visiones en contra de la familia.
Mil novecientos ochenta y cuatro (1949)
La historia de un hombre que vive en un estado totalitario dominado por el partido de Gran Hermano, que lo ve y lo sabe todo, conforma el eje de esta novela distópica, que sido prohibida desde su publicación. En los años 50 fue prohibida en Rusia por su postura anticomunista. En 1981 en Florida (EEUU) fue censurada por se pro-comunista y por su contenido sexual explícito. En 2017 los alegatos fueron dirigidos a su lenguaje violento y sexualmente cargado. Otros casos de prohibición radican en que los temas de la novela son la cesura, la privacidad y la vigilancia.
El Principito (1943)
Durante la dictadura argentina en el ‘75, la historia de un pequeño príncipe fue prohibida por alentar en los niños fantasía ilimitada. En 2018 una editorial española modificó la versión para realizar una inclusiva, en la que el persona es La Principesa. Voces criticas se manifestaron oponiéndose a que un clásico debiera responder a una ideología política, confundiendo con esta reescritura la defensa de los derechos de la mujer con feminismo con la corrección política.
La Odisea (circa siglo VIII a.C.)
Desde los siglos del mundo clásico la censura ha permeado la circulación de obras literarias. Platón en 387 a.C. sugirió censurarlo para lectores adolescentes. El emperador romano Calígula en el año 35 .d.C. , trató de suprimirlo porque expresaba ideales griegos de libertad.
Ferdinando el Toro (1936)
Un joven toro en algún lugar de España prefiere no pelear en el ruedo sino ser libre y jugar entre campos de flores. La dictadura del general Franco censuró la historia por considerarse propaganda pacifista. El libro fue publicado recién iniciaba la Guerra Civil y esta coyuntura le dio aun mayor simbolismo a la libro, tanto que su prohibición no finalizó sino posterior a la muerte del general. En la Alemania de Hitler su quema fue ordenada bajo la presunción de ser propaganda democrática.
Hop on Pop (1963)
En 2014 un carta fue radicada ante la biblioteca pública de Toronto exigiendo el libro fuese retirado por promover la violencia de los hijos hacia los padres. Adicionalmente el demandante exigía una disculpa de parte de los bibliotecarios hacia los padres y que la biblioteca asumiera los costos de reparación que pudiesen resultar por los perjuicios que el libro ocasionara.
La telaraña de Carlota (1952)
En 2006, un grupo de padres en Kansas (EEUU) solicitó que el libro fuese prohibido en la aulas, ya que cualquier libro que presentara animales que hablan era una blasfemia y anti natural atentando contra la creación de Dios. La muerte de la araña también se consideró un tema inapropiado en u libro para niños.
Rebelión en la granja (1945)
El mismo Orwell describió a esta novela como ‘el primer libro en el que intenté, con plena conciencia de lo que hacía, fusionar propósitos políticos y artísticos en uno solo.’ Su lectura fue vetada por comunistas y anti-comunistas. En los 60s, gran parte de la censura manifestaba que era un libro problemático, pero el motivo ulterior era en esencia la percepción de Orwell como comunista. En los inicios de los 80s, fue objetada por sus teorías políticas. En 2002 fue prohibida en escuelas en Emiratos Árabes, por contradecir creencias islámicas y árabes al mostrar consumo de alcohol, cerdos y otras imágenes indecentes.
Fahrenheit 451 (1953)
Irónicamente un libro que trata acerca de la censura de los libros en un futuro distópico, resulta prohibido en varios momentos. En 1967 y nuevamente en 1992, el editor debió publicar una versión apta para escuelas secundarias en los EEUU en la que ciertos términos (infierno, borracho) fuesen suprimidos. En 2006 un escuela en Texas censuró la novela por hacer referencia a la Biblia, cigarrillos, alcohol entre otros.
La metamorfosis (1915)
En Checoslovaquia, durante la ocupación nazi, fue prohibida y quemada en hogueras. Los mismo sucedió una década después en la Unión Soviética. Quizás la interpretación política de la novela vista como la angustia de un individuo acosado por fuerzas que no puede controlar y acusaciones arbitrarias provenientes de una superestructura omnipresente, cuestionaba los limites del régimen totalitario en el que Kafka escribía. Entre muchas asociaciones se percibía la de la palabra “bicho” con el término utilizado por los nazis para referirse a los judíos.
Moby Dick (1851)
Su primera publicación en Londres, llevó el título The Whale y un mes la edición norteamericana fue publicada con el título que hoy conocemos. Esta no fue la única diferencia, siendo que el editor británico requirió también de algunos ajustes y cambios, censurando algunos pasajes por considerarlos sensibles para los lectores. La edición británica descartó el epílogo en su publicación, parte que cuenta como Ishmael sobrevive. Esto mismo ocasionó que los lectores ingleses criticaran la novela por ser narrada desde la voz de un personaje que muere con el barco. Entre otras criticas de los censores estaba la presencia de pasajes sacrílegos al comparar carencias humanas con las de Dios, temas sexuales relacionados con las ballenas, comentarios negativos hacia la realeza e incluso el uso anómalo de la gramática y el estilo. Algunas de estas criticas fueron revisadas por el mismo Melville, y hoy no sabemos cuanto del texto pudo ser modificado.
Decamerón (1351)
Desde los inicios, la obra de Boccaccio fue condenada por la Iglesia, incluido en el Índex, por su anticlericalismo y contenido obsceno o pornográfico. En 1573 durante la Inquisición su revisión fie encargada. La edición reducida tampoco tuvo gran aprobación de la Inquisición y solo tuvo una edición. Una segunda revisión en 1582 no solo partió del texto recortado sino modificar y agregar notas marginales de cómo debía leerse el texto y generar una interpretación univoca. Prohibido por diferentes países a lo largo del tiempo por considerarse obsceno, sucio e inapropiado: en EEUU se prohibió su distribución por correo (Ley Comstock de 1873), Australia (1927 a 1973), Sudáfrica durante el Apartheid, entre otros.
La letra escarlata (1852)
Denuncias sobre la falta de moral y alegatos de que Hawthorne creo una descripción simpatizante de su personaje adultero, le valió la mordaz critica del clero. Han pasado más de 150 años y aun algunas escuelas rechazan la novela por ser pornográfica o que sus valores entran en conflicto con la comunidad.
El gran Gatsby (1925)
Diversos grupos, en su mayoría organizaciones religiosas, ha objetado el lenguaje, la violencia y el contenido sexual, intentando así prohibir su lectura en escuelas publicas a lo largo de los años. En 1987 un colegio de Charleston, Carolina del Sur intentó prohibir su lectura y en 2008 otra escuela en Idaho, ambas solicitudes finalmente rechazadas.
Adiós a las armas (1929)
Inicialmente publicada por entregas en la revista Scribner’s Magazine, sus editores temiendo que sus patrocinadores se ofendieran, publicaron palabras tachadas pro guiones. Otras palabras fueron expurgadas. Aún así su circulación en algunas librerías en Boston no fue autorizada. En Italia fue prohibida por retratar la retirada humillante de Caporetto durante la segunda guerra mundial. En 1933 fue quemada por los Nazis en Alemania. En 1974 y nuevamente en 1980 fue uno de los libros censurados por padres en colegios distritales de los EEUU.
Rayuela (1963)
Durante el franquismo, los censores aconsejaron suprimir ocho paginas de la novela para su publicación en España. El mismo Cortázar fue fue incluido en la lista negra de la dictadura militar Argentina y sus libros no podían ser leídos en su país. Vivió exiliado en París.
Las aventuras de Sherlock Holmes (1892)
En 2011 el consejo de una escuela de un condado de Virginia, EEUU votó para retirar Estudio en Escarlata del plan de lectura escolar. Aunque la censura parecía orientarse hacia la inclusión de homicidios en un grado escolar bajo (sexto de primaria), los alegatos resultaron vinculados a que el libro era despectivo con al comunidad mormona. La escuela, el padre demandante, ganaron la batalla y fue retirado para ese grupo de edad.
El cuento de la criada (1985)
Ha parecido en la lista de la ALA dentro de los 100 libros mas censurados de la década, tanto en los 90s como en los 00s. Para algunos, atentando contra la religión y el Cristianismo. En muchas escuelas, el contenido sexual y la corrupción moral, provocaron que fuese retirado del currículo.
Ver la selección literaria aquí.
Debido al cierre temporal de la librería hasta pasada la emergencia sanitaria nacional, las visitas a la exhibición quedaron suspendidas. Pero el trabajo de curaduría e investigación quedará disponible para quienes quieran visitar virtualmente la exposición.